Las fracturas por estrés fueron descritas por Pauzat, médico militar francés, en 1887, que observó signos dolorosos en soldados tras duras y largas marchas (fracturas de las trincheras, llamadas también «fracturas por sobrecarga o fatiga», que afectan principalmente al segundo, tercero y cuarto metatarsianos, pero están descritas a cualquier nivel del aparato locomotor).
Conocemos por stress-streing cargas altas de entrenamiento con pocos ciclos y cargas bajas de entrenamiento con muchos ciclos, situaciones que pueden condicionar la aparición de estrés óseo.
Se producen por fatiga muscular, al disminuir el poder amortiguador que ejercen los músculos sobre las fuerzas rotacionales de los metatarsianos. Los desequilibrios biomecánicos, fórmula metatarsal irregular y las alteraciones físicas del hueso son factores predisponentes, así como la zapatilla con poca amortiguación, las superficies duras y los defectos en la técnica de la carrera, como correr de antepié. Los metatarsianos son los huesos del pie que con más frecuencia se fracturan.
Suele manifestarse en corredores hiperpronadores y con pies ca- vos, ya que ejercen una fuerza importante sobre sus metatarsianos en el momento del despegue del pie.
Las fracturas por sobrecarga o estrés no se visualizan radiológicamente hasta pasadas 2 o 3 semanas de originarse y van acompañadas de dolor, que puede llegar a ser muy intenso incluso en reposo y sobre todo a la palpación. Afecta con más frecuencia al segundo y tercer metatarsianos, sobre todo al inicio de la temporada o tras periodos de inactividad tras un esfuerzo intenso o prolongado.
El signo principal será la localización del dolor y la aparición de edema. En la radiografía aparecerá normalmente el callo de fractura, por tanto es más útil realizarla transcurridas 2 o 3 semanas desde la aparición del dolor. En la gammagrafía observaremos un aumento de captación en el área de la fractura. El TAC es definitorio pero no suele ser necesario.
Nuevamente la prevención es el mejor tratamiento: realizar un examen biomecánico de la pisada al inicio de la temporada y planificar un plan de entrenamiento y competiciones.
La consolidación de las fracturas de estrés de los metatarsianos suele tener lugar después de 6 u 8 semanas, y no suele ser necesaria la inmovilización mediante molde de escayola.
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