ESTUDIO DE LA PISADA

El estudio biomecánico de la pisada y la huella plantar es imprescindible para prevenir lesiones y mejorar nuestro rendimiento deportivo.

Estudio Biomecánico de la Pisada

 

La biomecánica humana es la ciencia que estudia el movimiento y la forma en que nos movemos los seres humanos.

La marcha humana es propia y específica del hombre, pues somos los únicos que la realizamos. Esta marcha conlleva una suma de acciones fascinantes e inimitables por ningún otro ser, y gran parte de culpa reside en nuestros maravillosos pies.

He querido dar un protagonismo especial a este capítulo debido al papel primordial que tienen los pies durante la carrera, nos relacionan con el suelo y sufren el estrés propio de la fuerza de la gravedad, en sentido descendente, y la reacción de terreno en sentido ascendente y, como decía al inicio, casi todos los problemas derivan de un mal apoyo plantar.

El pie es demasiado complejo para frivolizar con él, como vemos a menudo con argumentaciones poco ortodoxas realizadas por personal no cualificado que habla con demasiada ligereza sobre la pronación y la supinación. Al tratarse de un eslabón más de la compleja cadena cinética que compone el aparato locomotor, su estudio debe contemplarse como un elemento del mismo, en estática pero sobre todo dinámicamente. Valorando el contacto del pie sobre el terreno, que puede ser de talón, de antepié o con el pie de plano, pasamos a valorar cómo se encuentra el pie en su apoyo máximo y completo, así como la calidad de su despegue.

Al discurso de la huella plantar desde que se inicia el contacto del pie hasta que lo abandona se le denomina «discurso del apoyo» o «de la huella plantar». A la huella plantar con el corredor en estática y bipedestación la denominamos «mapa de cargas», reflejada en una gama de colores o colorimetría, y a la presión que ejercen los pies sobre la plataforma de captación, porcentajes de presión, normalmente dividida por cuadrantes y puntos de máxima presión, muy útil para detectar zonas de hiperapoyo y sobrecargas. Por tanto, nos encontramos ante una herramienta de diagnóstico podológico.

Mediante la exploración biomecánica, analizamos el estado anatómico y funcional del corredor y establecemos parámetros como el estado articular y muscular, la disposición de la columna y la pelvis, la alineación de las rodillas, el tipo de pie y pisada.También diagnosticamos las posibles alteraciones del aparato locomotor.

Fruto de este análisis informamos al corredor sobre su estado tanto en estática como en dinámica, y elaboramos un informe clínico sobre la posible necesidad de realizar ejercicios de potenciación muscular, estiramientos, tipo de zapatilla deportiva más adecuada para su tipo de pie y pisada, etc.

Las alteraciones del aparato locomotor diagnosticadas precozmente son susceptibles, en gran medida, de tratamiento y corrección hasta la edad aproximada de los 14 años; de ahí la importancia de detectar a tiempo dichas anomalías y poner las medidas terapéuticas necesarias, a fin de evitar daños irreparables en la edad adulta.
Las alteraciones estructurales del pie del adulto tienen mal pronóstico y peor tratamiento.

Sin lugar a dudas, el pie es la asignatura pendiente. Es por ello por lo que siempre que nos es posible acudimos a centros escolares e institutos para realizar campañas de divulgación dirigidas a alumnos, padres de alumnos y profesores sobre la importancia que tiene andar bien, y, desde luego, para andar bien nada tan obvio como disponer de un pie bien estructurado.

¿En qué consiste un estudio biomecánico de la pisada?

El estudio o exploración biomecánica de la pisada es el conjunto de acciones realizadas por personal cualificado y con el material técnico necesario para evaluar el estado muscular y articular del corredor, tanto en descarga, como en carga y en dinámica. Para ello nos serviremos de la observación directa de nuestros ojos, de una serie de maniobras que realizamos con nuestras propias manos y del auxilio de una serie de herramientas para llegar a un diagnóstico lo más preciso posible.

Descripción de los equipos para el estudio de la pisada

Plataforma optométrica

Mediante un sistema de iluminación, cámaras internas y externas, y un sofisticado software, podemos visualizar a través de un monitor la grabación videográfica de la dinámica del corredor, las presiones que ejercen sus pies y el análisis de su huella plantar digitalizada mediante colorimetría —a mayor presión, mayor intensidad de color—. También obtenemos el centro de gravedad de su cuerpo y los porcentajes de presión de cada pie, conocido como «mapa de cargas».

Con este sistema podemos determinar el tipo de pie, los puntos de máxima presión, la huella plantar y la posición de las caderas.

Plataforma dinamométrica

Esta vez la presión es recogida por sensores eléctricos —uno por centímetro cuadrado—, cuantificando en escala de valores colorímetros, 3D, porcentajes y picos de presión, estabilograma o momentos en los que el corredor se ha desplazado desde su centro de gravedad y el discurso dinámico del paso. La ventaja de esta plataforma es la enorme portabilidad y ligereza.

Escáner plantar

Realiza un escaneo en formato real de ambos pies en 3D. Refleja las posibles alteraciones  en cuanto a relieves, formas y dermatopatías de los pies, y es muy útil para la realización de calzado a medida y plantillas mediante sistema Cadcam.

Escala antropométrica

Nos ayuda a valorar congruencias en cuanto a la posición de la cabeza, simetría de hombros, escápulas, cadera, rodilla y pie. Generalmente va colocado sobre un espejo donde se refleja el cuerpo completo del paciente.

Pelvímetro

Herramienta útil para valorar el nivel de la cintura pélvica y determinar la presencia o no de disimetrías.

Goniómetro

Con este instrumento valoraremos  las torsiones femorales y tibiales.

Camilla

En ella exploramos las diferentes articulaciones, su rango de movimiento y el estado muscular. Sigue siendo una herramienta básica y fundamental para nosotros.

Cinta de correr

Con la asistencia de una cámara de vídeo, grabamos la carrera, que más tarde será procesada y visualizada fotograma a fotograma, determinando ángulos de las articulaciones del pie y la rodilla. También analizamos la cadencia de la zancada y el ritmo de carrera, aunque estos aspectos preferimos consensuarlos con el entrenador.

Fases del apoyo plantar

La visualización ralentizada del comportamiento  del pie, rodilla, cadera y columna —en definitiva, del aparato locomotor— durante la carrera es primordial para conocer la estructura del corredor y la técnica que emplea, por una parte condicionada por su propia anatomía y por otra por la adquisición de vicios en su forma de correr. Hay corredores que de manera natural adoptan una técnica perfectamente adaptada a sus necesidades biológicas y, por el contrario, a otros les cuesta muchísimo correr de forma adecuada, y ahí es donde el entrenador juega un papel primordial.

Las fases del apoyo plantar son tres: choque de talón, apoyo completo o doble apoyo, y despegue de antepié. La calidad del apoyo del pie sobre el terreno viene determinada por la forma y estructura del propio pie, pero también por el estado y situación de la rodilla, cadera e incluso columna vertebral; por ejemplo, un corredor con una disimetría de cadera apoyará con más fuerza el pie correspondiente a su cadera corta, una rotación externa de cadera condicionará correr con los pies hacia fuera y un pie pronado forzará la rodilla a rotación interna, son algunos ejemplos de la repercusión que tiene cualquier eslabón de la cadena anatómica sobre el resto de la misma.

Pie

  • Ataque de talón:

—  Externo o en supinación. Normal y frecuente.

—  Medio o neutro. Normal y menos frecuente.

—  Interno o en pronación. Anormal y poco frecuente.

  • Apoyo completo:

—  Neutro. Normal 70%.

—  Pronación. Anormal 27%.

—  Supinación. Anecdótico 3%.

  • Despegue:

—  Neutro. Normal.

—  Pronación. Anormal.

—  Supinación. Anormal.

Rodilla

  • Neutra. Normal.
  • Rotación interna. Anormal.
  • Rotación externa. Anormal.

Cadera

  • Discreta abducción 15º a 20º hacia fuera. Normal.
  • Apoyo del pie en aducción ADD (mete los pies hacia dentro). Anormal
  • Apoyo del pie en abducción ABD (saca los pies hacia fuera). Anormal.

El ataque de talón

A lo largo de estos años he observado, en estudios estadísticos y a través de la propia experiencia de 30 años tratando corredores en consulta, el desconocimiento que sigue teniendo el corredor sobre su tipo de pie y la biomecánica de su pisada, y ello no es fruto de su cortedad, sino de lo complejo del tema y del mal manejo que recibe generalmente el pie fuera del ámbito podológico.

De otra forma no se entiende que, todavía a estas alturas, se siga confundiendo el choque externo de talón con la supinación, cuando realmente ese modo de contactar el pie con el suelo es absolutamente normal o fisiológico y no deberíamos tratar de evitarlo. Raro es el día en consulta que no trato de explicar a un corredor que su pisada es pronadora, y este, con gesto de extrañeza, me implora: «Eso no es posible, ¡yo desgasto las zapatillas por fuera!». Afortunadamente, con la debida explicación el corredor se tranquiliza. Es precisamente por este motivo por el que los fabricantes de zapatillas integran mayor amortiguación en la parte externa de la suela, ya sea mediante la inclusión de láminas de eva de menor densidad, gel o cualquier otro dispositivo. Un apoyo del talón por la parte central o medial no tiene por qué suponer una situación perniciosa, pero desde luego un contacto por la parte interna del talón sí podemos considerarlo anormal y, por tanto, muy relacionado con situaciones de estrés y lesión, ya que un pie que empieza su apoyo pronando, permanecerá pronando durante todo el discurso del apoyo.

El apoyo completo

Es un momento crucial y muy importante, ya que en esa situación de apoyo monopodal el pie va a recibir todo el peso del cuerpo, multiplicado por 2 y 3 veces el mismo, dependiendo de factores como el peso del corredor, la técnica de carrera, el tipo de pie, de zapatilla y de la superficie de contacto. Lo deseable sería un apoyo neutro o fisiológico, y consideramos tolerable cierto viraje del mediopié hacia el interior (pronación fisiológica). Por ello, las zapatillas tienen un estabilizador central, que suele ser de plástico rígido, y una mayor altura en el arco interno con respecto al externo, por no hablar del refuerzo interno en forma de poste o doble densidad de las zapatillas catalogadas como antipronadoras o tipo control.

El despegue

Las zapatillas de correr disponen de un surco longitudinal que recorre toda la suela de la zapatilla con el objeto de dirigir el discurso del apoyo del pie desde que contacta con el suelo hasta que lo abandona. En la zona anterior el surco se corresponde con el segundo radio del pie, y también encontramos unos surcos transversos, dos o tres, que ofrecen a la zapatilla la posibilidad de un buen despegue.

Otra curiosidad es la dureza de la suela, en general mayor en la parte interna que en la externa, y suele ir teñida en diferentes colores para diferenciarla. El despegue de talón es, lógicamente, lo más complicado de objetivar, de no ser por la ayuda de los datos numéricos y colorímetros que nos ofrecen algunas cintas de correr y las plataformas de presiones. Cuando un corredor termina marcando de manera notable o en exclusiva la cabeza del primer metatarsiano, decimos que despega o sale en pronación, mientras que, cuando lo hace por el exterior, el despegue o la salida sería en supinación.

¿Qué obtenemos con el estudio biomecánico de la pisada?

Al finalizar el estudio biomecánico de la pisada tendremos la información necesaria para realizar un diagnóstico claro y conciso sobre el estado anatómico y funcional del corredor, que a su vez nos va a permitir elaborar un informe detallado que incluirá el mencionado diagnóstico, fundamental para poder asesorar al corredor sobre el tipo de zapatilla más adecuada para su tipo de pisada, y el tratamiento ortopodológico en caso necesario, que en nuestro caso pasa por la elaboración de un soporte plantar personalizado y siempre partiendo de un molde de escayola en carga dinámica, premisa básica y fundamental para nosotros.

Atendiendo a la bóveda plantar del pie, esta puede estar disminuida (pie aplanado) o aumentada (pie excavado). Un pie aplanado casi siempre irá acompañado de un aumento de la pronación, por la mayor laxitud ligamentosa.

También sabremos el tipo de zapatilla más adecuada para cada situación. Existe un modelo para cada gama de peso y control de movimiento.

Otro aspecto valorable será la técnica de carrera, aunque este aspecto es más propio del entrenador.

Como es lógico, estas cuestiones se pueden complicar hasta el infinito, sobre todo cuando nos encontramos con patologías o asimetrías importantes que obligan al corredor a adoptar una biomecánica compensadora que tenemos que respetar, para evitar males mayores a los ya detectados en la exploración.

Por ello el resultado del análisis biomecánico es como un cóctel donde introducimos varios elementos, la propia estructura física del corredor, su técnica de carrera, el tipo de zapatilla, etcétera, y obviamente deberemos tener habilidad para conjugar todos estos aspectos y obtener un buen resultado, siempre contemplando las características propias de cada sujeto, como la edad, plan de entrenamiento, objetivos deportivos…

Como veis, la cosa no es tan simple, y no nos cansaremos de alertar sobre el riesgo que supone para el corredor someterse a supuestos «estudios de la pisada» por parte de personal profano que realiza diagnósticoviendo si el pie se mete más o menos para dentro.

El diagnóstico sobre biomecánica del pie y huella plantar solo lo pueden realizar el médico deportivo y el podólogo.

Preguntas Frecuentes sobre el Estudio Biomecánico de la Pisada

¿A quién va dirigido el estudio biomecánico de la pisada?

Al conjunto de la población, es decir:

  • Niños: para corregir lo más precozmente cualquier desalineación –pies planos-.

  • Adultos: para compensar cualquier problema estructural, callos, durezas, dolores de espalda, disimetrías, cansancio, etc.

  • Deportistas: cuanto mayor sea la actividad mayor sufrimiento para nuestros pies, pequeñas alteraciones pueden provocar importantes lesiones, fascitis, periostitis, sobrecargas musculares, dolor en rodillas, cadera y espalda, artrosis, etc.

¿En qué consiste el estudio de la pisada?

1.- Exploración en camilla:

Observamos el balance articular y muscular.

2.- Exploración dinámica de la pisada:

Para lo cual hacemos andar a la persona por una plataforma computerizada, que mediante la instalación de cámaras internas y externas y un software específico, nos permiten estudiar las distintas fases de la marcha y su posible alteración.

¿Cómo tratamos las alteraciones biomecánicas del pie?

Mediante el uso de plantillas personalizadas y realizadas a partir de un molde de escayola obtenido del pie del sujeto estudiado en carga dinámica.

¿De qué material son las plantillas?

Material termoconformable, EVA, polipropileno, porón, etc.

¿Cuáles son las alteraciones morfológicas del pie más usuales?

Pie plano, pronado, cavo, supinado, disimetrías, desalineaciones de rodilla, escoliosis…

¿Quién debe realizar un estudio biomecánico?

El médico deportivo y el podólogo.

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