Nuestras plantillas deportivas están elaboradas a partir de molde de escayola e incluyen materiales termomoldeables como el EVA, el porón y las resinas.
El pie, responsable de la bipedestación, y primer contacto del cuerpo humano con el suelo, se comporta como una bomba venosa plantar, denominada BIA, favorecedora junto con sóleo y gemelos del correcto retorno venoso.
Como sabemos la sangre propulsada por el corazón hacia las extremidades inferiores se enfrenta con muchos inconvenientes, a mayor alejamiento en zonas distales del cuerpo, menor presión venosa, que junto a la gravedad, va a favorecer el estancamiento en zonas anatómicas próximas al suelo, como son tobillo y pie.
El retorno venoso de MMII, está muy favorecido por la dinámica muscular del pie, corazón periférico y la contracción de los músculos de la pantorrilla, bomba venosa de Bauer, ambos provocan un verdadero masaje venoso.
Al andar, se suma la compresión de las venas plantares, que se vacían a cada paso, suela venosa de Lejars, como lo muestra la palidez de la piel debajo de la zona plantar de apoyo, con el sistema venoso profundo, existiendo un verdadero sistema de comunicación entre las venas plantares y las venas dorsales, que facilita el retorno venoso por la red profunda.
El pie puede considerarse como un verdadero corazón periférico. El plexo venoso de Lejars tiene una importancia relativa en el retorno venoso de MMII, supone el 20 %, mientras que la red venosa profunda, verdadera bomba plantar, es la responsable del 80 % de dicha fuerza eyectora.
Uno de los síndromes más frecuentes es el conocido como “Síndrome de la clase turista”, que cursa con flebitis en miembros inferiores y se debe principalmente a permanecer sentado durante muchas horas, provocando coágulos, debido a la estasis venosa, ya que en reposo la bomba venosa no está activa.
Estudios recientes avalan la importancia de caminar al menos 15 a 20 pasos por cada hora de permanencia en bipedestación o sentado.
La bomba venosa plantar se encuentra situada entre los grupos musculares intrínsecos y tendinosos del pie, ayudando estos con su contracción durante la marcha a la correcta eyección ascendente.
Venas tibiales posteriores, en zona posterior, conforman el sistema de eyección.
Red venosa superficial y Sistema venoso de Lejars
Red vascular esquematizada y Puntos de máximo apoyo plantar
Entre los factores de riesgo más destacados encontramos:
Pie desestructurado en valgo. Plantillas ineficaces
Entre los errores estructurales del pie favorecedores de una mala función de la bomba venosa periférica, encontramos:
Imágen Arteriografía de pie y tobillo
La ortesis plantar irá encaminada a controlar el exceso de pronación, estabilizar el pie y crear un correcto apoyo, teniendo en cuenta las fases de los apoyos plantares, recogiendo volúmenes y formas del pie.
Un correcto apoyo a nivel de ALI es fundamental, al facilitar el efecto de bomba expulsora en el momento de doble apoyo.
Dada la rica vascularización a nivel del hallux, conviene optimizar el despegue metatarsal.
La ortesis tratará de amortiguar el apoyo talar, controlando la supino pronación mediotarsiana, acompañando y acomodando dicha articulación y optimizando el despegue.
Para la confección del soporte plantar, soy partidario de la obtención de molde de escayola en carga dinámica, que respete las formas y relieves del pie.
El soporte plantar deberá tener la rigidez suficiente para soportar la bóveda plantar y con cierta facultad para permitir cierto ballesteo plantar.
El material que nos parece más adecuado es el polipropileno de 3 mm de grosor, que podemos optimizar con la ayuda de elementos estabilizadores de material EVA y viscoelásticos del tipo poron.
Obtención de molde en carga
Adaptación de soporte plantar
A pesar de no existir estudios al respecto que lo evidencien, un pie desestructurado podría estar relacionado con déficit vascular, de ahí la importancia de establecer una buena corrección ortopodológica
Durante el trabajo de pie se desarrolla una contracción muscular isométrica la cual origina que la circulación sanguínea de las extremidades inferiores se reduzca de manera importante originando que la presión interna de las venas aumente y esto a su vez provoque hinchazón, edema y la aparición de varices.
La presión dentro de las venas en una persona que está de pie es de 87 mm, mucho mayor a los 56 mm de una persona que está sentada. Sin embargo, está demostrado que basta que una persona dé 10 pasos para que esta presión se reduzca hasta 21 mm en la persona que está de pie y 23 mm en la persona que está sentada. Por ello se recomienda que el trabajador camine 10 pasos cada 15 minutos, para evitar la hinchazón de piernas y la aparición de varices. (Konz & Johnson, 2000) (Miedema 1997) (Chester 2001).
Plantilla deportiva vs Soporte plantar
¿Cómo se elabora un molde para plantillas personalizadas?
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