PODOLOGÍA DEPORTIVA

Nuestras plantillas deportivas están elaboradas a partir de molde de escayola e incluyen materiales termomoldeables como el EVA, el porón y las resinas.

El Calzado Deportivo

 

Dime cómo pisas y te diré quién eres, refleja de manera veraz la importancia que tienen nuestros pies y nuestros apoyos plantares en la carrera y de alguna manera, podemos afirmar, que al igual que no existen dos seres iguales, tampoco hay dos sujetos que caminen o corran de la misma forma.

El milagro de la bipedestación es una cualidad absolutamente humana, ya que somos el único ser vivo que mantiene, de manera continuada, la posición erecta y aun más, constituimos el único homínido que ha logrado transformar sus manos en pies, por  tanto a pesar del predominante papel que juegan nuestras manos en la mayor parte de las tareas cotidianas, es el pie el elemento anatómico que nos confiere la cualidad humana, gracias a él nos pusimos de pie, dejando libertad a las manos para ejercer con formidable especialización y destreza, finas y delicadas funciones que permitieron desarrollar la mente y dominar la tierra.

Nuestros antepasados y algunas tribus actuales, corrían por necesidad, bien para conseguir alimento, bien para huir de depredadores y el resto del tiempo descansaban para economizar sus recursos naturales. Hace 5 décadas comenzó la moda del running en EEUU, para extenderse en progresión geométrica por todo el planeta y surgió de este modo una nueva capacitación sanitaria, la medicina, fisioterapia y podología deportiva, para dar respuesta a este nuevo reto, ofrecer tratamiento adecuado a estos corredores populares, locos del asfalto, que acudían a nuestras consultas aquejados de alguna lesión, debido a esta nueva actividad física.

Soportes y plantillas para los pies según el deporte que practicas

Anatomía y estructura de la zapatilla deportiva

 

Al igual que nuestros pies, las zapatillas deportivas también contemplan tres regiones anatómicas perfectamente diferenciadas:

  • Retropié o talón: es el contenedor del talón, que en esta parte está formado por el biselado posterior, la parte más gruesa de la entresuela, los contrafuertes y otros elementos estabilizadores.
  • Mediopié: contiene el empeine y es la zona de transición, donde se fija el cordonaje sobre la lengüeta; en la entresuela dispone de elementos que estabilizan la zapatilla en sentido longitudinal, permitiendo la torsión en el plano frontal.
  • Antepié y puntera: contiene los dedos. En la suela cuenta con los canales transversales que facilitan el agarre y la flexión; la parte más distal se dispone en forma de inclinación o quiebro, que facilita el despegue.
Calzado deportivo, la importancia para el corredor de running según Angel de la Rubia

Propiedades generales de una zapatilla deportiva tipo running

 
  • Ofrecer protección al pie, tanto al roce como a los impactos externos.
  • Ser transpirable: el sudor acumulado es causa de maceración, que debilita la piel frente al roce y las infecciones, la más común de estas los hongos o pie de atleta.
  • Flexibilidad y ligereza: teniendo en cuenta que estas característi- cas deben estar en perfecto equilibrio, ya que pueden ir en contra de la estabilidad y, por tanto, favorecer indirectamente la aparición de lesiones.
  • Comodidad: un pie cómodo realizará mejor el gesto deportivo y mejorará su rendimiento. Una buena zapatilla no debe hacerse notar en la carrera.
  • Resistencia al desgaste y a la abrasión de la suela.

Al correr el pie se calienta, aumenta de volumen y transpira. Por ello la zapatilla tiene que tener cierta holgura, de al menos un nú- mero por encima del habitual de calzado cotidiano, entre otras cosas para evitar ampollas y la aparición de callos, durezas y hematomas bajo las uñas.

Efectos mecánicos de la zapatilla deportiva

 
  • Ofrecer amortiguación al aparato locomotor: las vibraciones  son fuerzas que absorbe mal el aparato locomotor, y los cartílagos articulares las sufren con especial intensidad. La excesiva amortiguación también es causa de lesiones y bajo rendimiento.
  • Estabilizar la pisada: hay que equilibrar la pronación-supinación del retropié y antepié en su mejor relación.
  • Mejorar la tracción: el deslizamiento excesivo disminuye el rendimiento del corredor y es causa de lesiones. Una suela con agarre excesivo puede reducir también el rendimiento.
  • Facilitar el gesto deportivo: a continuación se detallan algunos aspectos que influyen en este sentido.

La amortiguación del calzado deportivo

  • El concepto amortiguador de la zapatilla deportiva es fundamental, ya que las carreras de fondo (10.000 metros, medio maratón y maratón), así como los rodajes largos, se realizan normalmente sobre asfalto, que es la superficie más dura, superada tan solo por el hormigón de las aceras.
  • Los fabricantes, para incrementar el coeficiente de amortigua- ción, suelen utilizar cámaras de aire, gel, poliuretano y EVA de diversa densidad y comportamiento elástico.
  • Las cámaras de aire pueden estar situadas en el talón, a la vista o embutidas en la mediasuela, en el antepié o cubrir toda la mediasuela, destinada en este caso a corredores pesados. La amortiguación estándar de las zapatillas está destinada para roda- jes en torno a los 8 km; para una amortiguación superior, los fabricantes incluyen en la zapatilla, normalmente en la media- suela, componentes tipo air de Nike, DMX de Reebok, adipre- ne de Adidas, gel de Asics y Brooks… Son zapatillas cuyo peso oscila entre 280 y 390 gramos.
  • Desde hace algunos años Adidas ha sorprendido al mercado y a muchos corredores con la innovación del sistema Boost en la mediasuela de sus zapatillas, un poliuretano que, partiendo de bolitas a modo de cabezas de alfiler, se convierten en algo parecido a palomitas de maíz, que una vez fusionadas y compactadas forman la mediasuela, más ligera y con un magnífico comportamiento de amortiguación y rebote.
  • Sirva como anécdota que el mayor presupuesto de la Fórmula 1 son las ruedas, y que cada circuito tiene su propio formato de ruedas, dependiendo de factores como el número y tipo de curvas, tipo de asfalto y temperatura del mismo, etcétera, y por ello los neumáticos son los mismos para todas las escuderías.
  • La obsesión por la amortiguación ha conducido en muchas ocasiones a problemas biomecánicos importantes, a veces agravados por soportes plantares también excesivamente amortiguados. En este sentido recordemos que el mejor amortiguador del aparato locomotor se localiza en las articulaciones del talón (articulación subastragalina, ASA). Nada despreciable es la capacidad de autoamortiguación que posee también la estructurada grasa plantar. Si un corredor posee un patrón biomecánico excesivamente pronador, su requerimiento amortiguador será mucho menor que si no prona. Este ajuste deberá realizarse con nuestro soporte plantar y con la elección de entresuelas más duras que en los pies con pronación insuficiente. Como norma general consideraremos que los materiales muy amortiguadores favorecerán la pronación.

La estabilidad del calzado deportivo

La proporcionan, principalmente, unas láminas planas, delgadas y rígidas, situadas por debajo de la suela a nivel del mediopié entre talón y antepié, y sirven para mantener la integridad de la zapatilla, estabilizar al mediopié y favorecer y dirigir la transición entre el apoyo del talón y el apoyo del antepié.

  • Suelen ser de fibra de vidrio, kevlar y grafito.
  • Recibe nombres diversos según el fabricante:Adidas Torsion,Asics Trusstic, Mizuno Wave, etcétera.
  • Estos componentes, además de dar estabilidad torsional a la zapatilla, independizan relativamente el movimiento del retropié del antepié y evitan lesiones por torsión, como los esguinces de tobillo.

El control de movimiento de la zapatilla deportiva

La disposición del hueso astrágalo con respecto al calcáneo nos in- dica perfectamente hacia dónde debe virar el pie —pronación— en el momento de apoyo completo. Por tanto es importante mantener y permitir dichos grados fisiológicos de pronación, entre 6 y 8 aproximadamente. El problema viene cuando esa pronación está aumentada —hiperpronación o sobrepronación—, y además en la actualidad hemos constatado, en diversos estudios realizados sobre corredores en el maratón popular de Madrid, que corredores con pisada neutra o fisiológica terminan pronando o hiperpronando cuando alcanzan la línea de meta, debido a la fatiga músculo-arti cular, de ahí la importancia que tiene el calzado destinado para este tipo de pruebas en cuanto a buen control de movimiento, sobre todo buen control de pronación, que a menudo solo actúa cuando el pie del corredor empieza a querer virar hacia dentro más de lo deseable.

La zapatilla con control de movimiento suele ser tosca, con poca flexibilidad, y su peso está en torno a los 350 gramos.

El control de pronación puede ser discreto, medio o alto, y de- penderá de la dureza de la entresuela. En general se distingue por ir coloreado el EVA en color gris, aunque últimamente está de moda la ausencia de coloración y se le denomina «poste interno» o «doble densidad», y es habitual que la intensidad de color sea directamente proporcional al grado de dureza.

Por otra parte estos postes internos pueden ir colocados en la parte posterior del talón o a nivel del mediopié, o abarcar la casi totalidad de la mediasuela. De 2 a 8 cm de longitud confiere control de pronación leve, mientras que cuando abarcan de 8 a 16 cm, hablamos de importante o máximo control de pronación. En ocasiones algunos fabricantes incorporan además diversos elementos, habitualmente contrafuertes de plástico o fibra de vidrio/carbono  con la intención de potenciar el efecto antipronador.

El cazado deportivo

Elección de la zapatilla deportiva

Si nos atenemos al tipo de pisada para la elección del calzado deportivo:

  • Neutras: constituyen la mayor parte de las zapatillas que se venden en el mercado por su buena relación de amortiguación y estabilidad. Son las idóneas para corredores de hasta 75 kilos de peso y que tengan una buena pisada.
  • Estabilidad: forman parte de este grupo las zapatillas que van destinadas a corredores que realizan rodajes largos o intensos, más allá de 1 hora diaria, o bien con peso por encima de los 75 kilos.
  • Control de movimiento: también conocidas como control de pronación o anti pronadores, son las apropiadas para corredores pronadores o con sobrepeso manifiesto, ya que la fuerza de la gra- vedad y el impacto reiterado sobre el terreno van a fomentar el derrumbamiento de la bóveda plantar.

Si tenemos en cuenta el uso de la zapatilla deportiva:

  • Entrenamiento.
  • Mixtas.
  • Competición.

Otra variante importante será el peso del corredor y el kilometraje que este realice en cada día de entrenamiento: a más peso o kilómetros, mayor estabilidad requerirá la zapatilla.

Consideraciones técnicas de una buena zapatilla de entrenamiento

  • La altura de la entresuela será superior a 15 mm. Este grosor contribuye a mejorar la amortiguación y, según la forma descrita en el párrafo anterior, a controlar el movimiento.
  • Densidad inferior a 35 grados Shore A.
  • Contemplará inserciones en la entresuela según el patrón de pronación del corredor.
  • El material de corte será ajustable al pie. El sistema de fijación debe contar con cordones, que, además de facilitar el ajuste al volumen del pie, es el más estable. Las zapatillas de triatlón vienen equipadas con cordones de goma y un ajustador automático para favorecer una transición más rápida. Muchos corredores adoptan este sistema simplemente por comodidad, lo cual no me parece buena idea, ya que sujeta menos que el cordón tradicional.
  • Debe permitir la adaptación del calzado al soporte plantar personalizado. La mayoría de las zapatillas vienen equipadas con plantillas de serie que pueden sustituirse por plantillas personalizadas.

Desgaste del calzado deportivo

Debido al uso la zapatilla sufre un desgaste, alteración y deformidad obvias. Es por ello por lo que una zapatilla tiene una vida útil que oscila entre 600 y 800 km. En sí misma, una zapatilla con bastante uso nos proporcionará mucha información si nos atenemos al desgaste de la suela, deformidad del material de corte, impresión de la huella del pie sobre la propia plantilla de la zapatilla, etcétera.

Como norma general, todo corredor desgasta su zapatilla por el borde externo del talón. Esto suele ser una característica común, pero a nivel de la pala o suela anterior, el corredor neutro realiza un desgaste medio, el pronador, por la zona interna, y el supinador, por la región externa.

La zapatilla de entrenamiento es la que ofrece mayor protección al corredor, ya que contiene más elementos estabilizadores y de amortiguación, aunque ello también se va a traducir en un mayor peso y menor rendimiento.

La zapatilla mixta es aquella destinada a lo que denominamos «entrenamiento de calidad» y «series». Son zapatillas más ligeras y protegen algo menos el aparato locomotor. Resultan idóneas para competir en corredores de hasta 75 kilos de peso, y para entrena- miento en corredores por debajo de 60 kilos.

Un maratoniano realiza unos 45.000 impactos con sus pies sobre el suelo, multiplicando varias veces el peso de su cuerpo en cada uno de dichos impactos, de ahí la importancia que tiene el concepto amortiguador de la zapatilla para prevenir lesiones por sobrecarga o sobreutilización.

Las zapatillas de competición o «voladoras» solo estarían indicadas para corredores muy especializados o de élite, ya que por su ligereza contienen pocos elementos descritos anteriormente.

Características físicas de los elementos de la zapatilla de entrenamiento

  • Suela de poliuretano liso o con tacos.
  • Mediasuela normalmente de EVA (etilvinilacetato) bidensidad; en ocasiones el fabricante incluye algún tipo de gel, aire e incrustaciones.
  • Material de corte sintético y transpirable para favorecer la expulsión del sudor.
  • Lengüeta acolchada, forrada y alta para proteger los tendones extensores de los dedos.
  • Contrafuerte envolvente.
  • Cordones trenzados para evitar que se desaten durante la carre- ra. Nudo de corredor.
  • Ojales dimensionados para un mejor ajuste.
  • Plantilla amortiguadora y absorbente.

La suela de la zapatilla deportiva

Sirve como barrera física entre la entresuela y el suelo, proporciona tracción y agarre, ofrece estabilidad y ayuda en la labor de amortiguación de la mediasuela.

Existen 2 tipos de suelas:

  • Hule carbono: utilizado por marcas como Asics Ahar, Diadora Duratech 5000, Mizuno X10, New Balance N-durance, etcétera.
  • Hule expandido o fluido: es una suela liviana y flexible colocada bajo la zona metatarsal; nuevamente recibe diversa nomencla- tura según el fabricante. Asics DuraSponge, Diadora Blown Flexoft Rubber, Nike Duralon, Puma Ever Ride, etcétera.

En ocasiones, para ofrecer una mayor ligereza a la zapatilla, directamente se prescinde de la suela, en cuyo caso es la propia mediasuela la responsable de contactar con el suelo. De nuevo aparecen nombres propios según la marca: Reebok 3D Ultralyte, Nike Phylite, etcétera.

  • Canales de flexión: son canales transversales situados en la región metatarsal para favorecer el despegue del antepié, al permitir mayor grado de flexión en esta zona. Estos canales permiten también evacuar el agua y otros elementos contaminantes del suelo.
  • Hendidura del talón: divide al talón en dos secciones y tiene como función atenuar el impacto del talón sobre el terreno, ralentizar el movimiento de pronación de talón y sua- vizar la transición entre el «golpe de talón» y el apoyo total del mismo.

La plantilla de la zapatilla deportiva

Protege el pie del roce con las costuras del piso, suelen ser reemplazables y estar constituidas por EVA de baja densidad y poliuretanos, y forradas de material absorbente del sudor. En ocasiones incluyen almohadillados de gel en talón y región metatarsal.

Zapatilla deportiva mixta

Son zapatillas híbridas, entre competición y entrenamiento, pesan entre 255 a 311 gramos y son ideales para corta distancia. Tienen buenas prestaciones en cuanto a amortiguación, estabilidad, flexibilidad y peso.

Zapatilla deportiva de competición

Son zapatillas extremadamente ligeras, entre 140 y 280 gramos, y obviamente ello conlleva una merma en cuanto a las cualidades  de amortiguación y control del movimiento. Son zapatillas solo aptas para corredores de alto nivel, aquellos que realizan 10 kilómetro en torno a 35 minutos, media maratón en 1 h 15 min y maratón en 2 h 40 min.

Zapatilla deportiva de trail

Son zapatillas concebidas para el campo o montaña y contienen por ello una suela con mayor fuerza de agarre y rigidez, el material del corte es más resistente e impermeable, la puntera va protegida para el roce con las piedras e irregularidades del terreno y, por lo general, son modelos bastante estables.

Curiosidades  de la zapatilla deportiva y de entrenamiento

Las marcas, conscientes del impacto económico y social que con lleva el mundo del running, sacan cada año miles de nuevos modelos al mercado con la intención de acaparar cuotas de mercado cada vez más amplias, y para ello no dejan pasar la oportunidad de inventar nuevos ingenios que aporten mayor grado de aceptación por parte del usuario final, que es el corredor.

Entre estos últimos avances tecnológicos podemos considerar la inclusión de un iPod específico para las zapatillas Nike y que va alojado en la propia entresuela; esta misma firma realiza el modelo Fly, que supuestamente equivale a ir descalzo y sirve para mejorar la rehabilitación del pie lesionado, tiene una vida útil de 40 km, y per- mite asimismo que el propio corredor personalice vía internet los colores de su zapatilla.

La compañía Asics demuestra mediante un vídeo que un huevo de gallina aterriza sin romperse tras impactar sobre una superficie del gel que utiliza para fabricar la mediasuela de sus zapatillas; otra mar- ca incorpora un ingenio electrónico que adapta el nivel de amortiguación según diferentes parámetros; otro fabricante asegura que su modelo elimina el dolor menstrual, por no hablar de artilugios que preconizan su utilización entre corredores con rodillas maltrechas.

Complicaciones de la zapatilla deportiva y de entrenamiento

La zapatilla del corredor podría ser considerada en sí misma como el primer tratamiento o tratamiento básico, y muchas veces de lo acertado de su elección dependerá la salud de muchos corredores, y no digamos cuando hay que introducir un soporte plantar o plantilla personalizada.

En ocasiones el corredor introduce nuestras plantillas personalizadas en zapatillas con control de pronación y esto puede provocar problemas de inadaptación, roces y ampollas, por no hablar de males mayores como tendinitis o sobrecargas musculares, por tanto es fundamental cuando tratemos a un corredor revisar bien el tipo de zapatilla que utilizará con nuestras plantillas.

Conclusiones de la zapatilla deportiva y de entrenamiento

  1. Cada vez son más los corredores, tanto recreacionales como de competición, que requieren zapatillas específicas para su tipo de pie, peso, técnica, superficie de entrenamiento y competición, y la modalidad de carrera.
  2. La elección de una zapatilla correcta es una responsabilidad compartida entre el corredor, el podólogo y la tienda especializada.
  3. Cuando hay alteraciones de la normalidad, un buen estudio biomecánico y su tratamiento completarán la correcta adaptación del pie a la zapatilla de carrera.
  4. En la zapatilla, para un óptimo rendimiento, es preciso buscar un equilibrio entre ligereza, amortiguación, control de movimiento y facilitación del gesto.

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