Que correr está de moda no es ningún secreto. La actividad física es ya una parte imprescindible de nuestras vidas y el running, por su sencillez, es uno de los deportes más recurridos. Cada vez son más las personas que, independientemente de su motivación (perder peso, socializar, mejorar su estado de salud, mejorar su resistencia física, etc), se lanzan a correr por la calle, los parques e incluso la montaña. Si es tu caso y estás iniciándote en el running o tienes pensado hacerlo próximamente, te damos unos consejos para que sepas qué zapatilla elegir a la hora de comprar.

El primer consejo que te damos es que te olvides completamente de la estética de la zapatilla. Es algo difícil en un primerizo no prestar atención a la apariencia de la zapatilla, ya que estamos acostumbrados en nuestra vida diaria a comprar calzado y ropa según su estética. Pero ahora la situación es diferente. Las cualidades de la zapatilla deben primar sobre su belleza. En muchas ocasiones una elección errónea del calzado puede ser origen de alguna lesión. Recuerda: la prioridad son las características de la zapatilla, no sus colores.

Si estás iniciándote en el running, lo más seguro es que tus ritmos sean más bien moderados. La cualidad que más debe primar en tu zapatilla es la amortiguación. Fíjate en que la mediasuela integra suficiente amortiguación, tiene un material duradero que te hace sentir cómodo en el apoyo y que sientas cierto “acolchado” bajo tus pies. Si notas el suelo demasiado duro en la zancada, necesitas una zapatilla más amortiguada.

Olvídate del peso de la zapatilla. Los fabricantes cada vez se esmeran más en producir modelos a los que reducir el peso. Si bien cuando compres en el futuro otras zapatillas de running empezarás a fijarte en estos detalles, ahora que estás empezando y eres principiante, no debes tener en cuenta que la zapatilla sea algo pesada. Si es pesada significa que tiene amortiguación, refuerzos y, además, es solvente para corredores de pesos elevados.

No te dejes “engatusar” por el marketing de las grandes multinacionales. Escucharás que las zapatillas con placa de carbono, tan de moda en nuestros días, son mejores y te harán correr más rápido. Lo cierto es que al final el que corre es el usuario, no las zapatillas o sus materiales. Te recomendamos que te asesores con un experto en material deportivo que pueda guiarte en tu búsqueda y te aconseje un abanico de marcas y modelos que encajen con tu perfil.

Por último, si quieres empezar “con buen pie” (¡nunca mejor dicho!), lo ideal es someterte a un análisis biomecánico de la pisada con un podólogo. De este modo tendrás información profesional sobre cómo se comporta tu pie al correr y el tipo de zapatillas -o quizá también plantillas- que necesitas.

Así, como verás, no nos metemos en marcas ni modelos concretos, ya que cada persona tiene sus gustos y preferencias, pero sí en el tipo de zapatilla que te conviene si estás empezando a sumar tus primeros kilómetros. Seguro que si tus sensaciones son buenas en esta primera etapa, ¡pronto progresarás como corredor y podrás tener una mayor variedad de modelos en tu zapatero!