Mi vida deportiva ha ido ligada desafortunadamente a las lesiones.

Ya en el año 2000 la temida Fascitis Plantar, cortó de manera radical mi progresión deportiva, todo un año parado sin correr, hizo el resto. Ese mismo pie volvió a truncar mis planes deportivos en el año 2004.
Tras ello, acudí por primera vez a la consulta de Ángel González de la Rubia, donde colocamos plantillas de descarga de arco, y pudimos capear las lesiones, tanto que pude correr sin problemas el Ultratrail de Laugavegur (Islandia) y los 100km Madrid-Segovia.

Sin embargo,  en un intento, ahora se que absurdo, de acercarme al método de correr minimalista, y tratando sin necesidad de cambiar, confiando en mi eficaz pisada, cometí el error de retirar el soporte para el arco que me daban mis plantillas deportivas, provocándose a los pocos días un intenso dolor a lo largo de la fascia plantar que poco a poco se fue localizando en su punto de inserción con el calcáneo y, como en casi todas las lesiones, en las primeras etapas se tiende a no reconocerla y seguir hacia delante. Lesionado entrené y disputé nuevas carreras de trail de larga distancia, aunque la limitación era cada vez más evidente, hasta que llegó un punto en que ya estaba claramente cojo a diario, sin ningún momento de mejora. El hecho de no poder apoyar el talón, me hizo reflexionar  y acepté que necesitaba de nuevo ayuda médica.