Como ya hemos comentado en artículos anteriores, es necesario cuidar la salud de los pies de nuestros hijos desde que son unos bebés. Los pies de los niños están en constante proceso de formación y crecimiento, por lo que en sus primeros años de vida es determinante el calzado que les proporcionamos. A continuación vamos a analizar qué tipo de calzado necesitan según la edad en la que se encuentren y cuándo es recomendable acudir a un podólogo para someterse a un análisis biomecánico de la pisada.

Durante el gateo: La función principal del calzado durante esta etapa es proteger los dedos y el talón de golpes cuando el niño comienza a gatear, pero siempre respetando la flexibilidad de las suelas, para permitir al niño explorar el entorno con sus pies. También debe tener un refuerzo en la puntera, para facilitar la propulsión durante el gateo. Pero recuerda que también es bueno que vayan descalzos, pues eso estimulará su desarrollo sensorial.

Hasta los 3 años: La suela debe permitir tanto la flexión como la dorsiflexión en la zona delantera del pie y la zona posterior del calzado debe tener un contrafuerte bajo, para que durante la zancada no se clave el calzado. El ajuste debe ser adecuado y el calzado debe permitir el rápido crecimiento del pie en esta etapa de desarrollo y proporcionarles estabilidad.

De los 3 a los 7 años: El espacio entre los dedos y la puntera del zapato debe estar entre 10 y 15 mm, de un material flexible, que proteja contra el frío y que transpire. Se recomienda un cierre de fácil manejo tipo velcro. La altura máxima de tacón debe estar entre 5 y 10 mm, y suela de goma o PU antideslizante  y resistente a la abrasión.

De los 7 a los 14 años: Esta etapa se caracteriza por presentar un alto nivel de actividad física, por lo que es importante que la puntera tenga cierta rigidez para la protección de los dedos y que proporcione flexibilidad, protección contra el frío y transpirabilidad. De espesor mínimo de 15 mm con buenas propiedades de amortiguación y resistente a la abrasión.

¿Cuándo es recomendable realizar un estudio de la pisada?

Un estudio biomecánico de la pisada permite un diagnóstico estructural y funcional del aparato locomotor y la marcha de tu hijo. Mediante esta exploración, analizamos el estado anatómico y funcional del menor y establecemos parámetros como el estado articular y muscular, la disposición de la columna y la pelvis, la alineación de las rodillas, el tipo de pie y pisada.

En el caso de que exista cualquier alteración estructural o funcional del pie, podremos tratarlo precozmente y evitar mayores problemas en el futuro. A partir de los 4-5 años de edad es un buen momento para realizar esta prueba y tener más conocimientos de la evolución de los pies del pequeño, siempre y cuando no presente alteraciones manifiestas con anterioridad.